Mi mamá es una super héroe

Mi mamá es una super héroe

   Mi mamá me llevó a vivir con ella, me puso en la escuela, y me decía:

-         Tengo que ir a trabajar, te paso buscando en la guardería cuando salga.

   Casi no la veía, ella me decía que trabajaba y estudiaba porque no pudo estudiar cuando era pequeña, que yo debía aprovechar y estudiar, pero yo no le creía del todo, porque no tenía tiempo de nada, así que viendo el programa de la Mujer Maravilla en la Tele lo supe de inmediato, mi mamá era una super héroe y no me podía revelar su secreto, por eso tenía que luchar en el mundo, y al verla daba vueltas como la mujer maravilla a ver si me convertía como mi mamá en una super héroe para salir junto a ella a luchar y acompañarla a defender el mundo, pero nunca me transformé en super héroe, era algo que sólo lo podía hacer mi mamá.  Un día me dijo:

-         Un día voy a jugar a las muñecas contigo.

   Y yo me alegré mucho, pero pasó el tiempo y nunca jugó conmigo a las muñecas, sólo a la peluquería, donde yo le hacía peinados mientras ella estudiaba, ¡qué difícil es la vida de una super héroe!.

                                                       Autora: Lili "Cuenta cuentos" (L.A.L)

                                                     

Dedicado a mi madre, quien aunque no tuvo tiempo para jugar a las muñecas conmigo, luchó arduamente para salir adelante conmigo sin contar con el apoyo de nadie, para mí siempre serás mi super heroína, te amo viejita.

Todas las niñas son princesas

Todas las niñas son princesas

   La maestra Eva escogió cuatro niñas para elegir la reina del salón y así pudiera representar a nuestra escuela, yo era nueva en segundo grado, y no sé por qué la maestra me escogió para estar entre esas niñas.  Éramos cuatro: Nathaly, Betzaida, Orlaima y yo, entonces todos los niños votaron, pero no hubo ni un voto para mí, no tenía amigos y menos siendo una nueva en el salón, la maestra me miró con ternura y me dijo para consolarme:

-         Todas las niñas son princesas en su casa.

   En el recreo varias niñas de otros salones se me acercaron diciendo:

-         Siempre ganan las populares.

   Y otra niñita llamada Carolina dijo:

-         Es injusto, nunca ganan las gorditas.

-         Pero yo aún pensaba en las palabras de la maestra Eva: “Todas las niñas son princesas en su casa.”

   Esa noche soñé con un castillo de nubes y yo tenía un vestido y corona de princesa, habían otras niñas, flacas, gordas, blancas, negras, chinitas, pelirojas y todas tenían coronas y vestidos de princesa.  Y el Rey del castillo era un señor buena gente, ya estaba muy viejo, pero parecía un niño más jugando con nosotras, jugamos con él a la rueda rueda, tomó te con nosotras, jugó muñecas, podíamos sentarnos en sus piernas, nos correteó en el jardín, trepamos árboles y lo rodeamos todas con un abrazo, fue cuando nos dijo:

-         Acá en casa, todas son mis princesitas.

  Entonces entendí que la maestra Eva tenía razón.

                                      Autora: Lili "Cuenta cuentos" (L. A. L.)

                                     Ilustración: Sarah Preston.

Dedicado a mi maestra de segundo grado de primaria: Eva Hurtado.