jueves, 29 de noviembre de 2012

Pipo



Estando Pipo tranquilo
con sus ojitos tiernos como siempre es él,
llegó Carlita Castillo
y preparó un remedio hecho gel,
lo puesieron en sus paticas y cuerpo
y él se desesperó,
picándole todo el cuerpo,

¡Pipo se revolcó!,
"¡Pobre pipo!" dijo Oso,
y un gran bostezo echó,
"¡Eso debe ser doloroso!
dijo la gata Luna con temor.
"¡Es que le pica por las pulgas!"
exclamó Matilde con pavor,
"¡No huyas, no huyas!"
Dijo la Tía Cruz con preocupación.

¡Pipo se nos muere!, pensaron todos con dolor
está echado y atontado, no soportará la comezón,
Pobre Pipo, pobre perrito,
se nos muere hoy,
esperemos hasta mañana a ver que resulta
esperemos hasta mañana a ver si está mejor,
ay pobre Pipo, hubo un velorio en su honor,
las malvadas pulgas murieron,
pero a qué no saben que pasó,
él si se murió deprisa,

aunque no de lo que sucedió
se murió sólo de la risa,
cuando quedó libre de pulgas
y al ver que el remedio funcionó.


Autora: "Lili cuentacuentos"



domingo, 16 de septiembre de 2012

La compasión.

   Cuando dibujé estas ilustraciones pensé en uno de mis mejores amigos: Napoleón, fue mi mascota por 2 años, cuando nació no tenía muchas esperanzas de vida, pero la compasión nos llevó a alimentarlo y criarlo con amor, él era un periquito con una enfermedad pulmonar, tenía sus paticas torcidad y su pico deforme, sin embargo Napo demostró aferrarse a la vida, y en los dos años que compartió en casa fue muy tierno, daba la patica, se dejaba acariciar e incluso se dormía en mi pecho. Osy el otro personaje es mi oso de felpa, los demás detalles en mis cuentos tienen que ver con mascotas de la familia o personas de mi entorno, amistades, familiares o conocidos.  Espero que disfruten de este relato breve que realice para educar en valores, en este caso el valor es la compasión. Con amor, Lili.




viernes, 7 de septiembre de 2012

Extraño a mi abuelita



    Las abuelas son ternura no dejaba de pensar en mi abuelita, en las veces que me hacía mi comida favorita o el chocolate caliente por las mañanas. 

   Extrañaba la casa de mi infancia, ver al gato Nerón perseguir a los ratones, jugar con mis tías, ver a mis tíos pescar en el río, pero sobre todo la extrañaba a ella, a mi abuelita, sentarme en sus piernas y escucharla cantarme.   

   Ahora estaba tan lejos de allí, ya no tenía el cerro para correr y ver volar los zamuras, todo era tan diferente.

  Hasta que viendo la noche me sentía cerca de ellos, estarían viendo el mismo cielo, las mismas estrellas, solía tener miedo en las noches, pero al ver los muchos colores de la sabana que me había hecho mi abuelita me hacía recordar que en alguna parte del mundo alguien me amaba y me extrañaba como yo a ella.

 Autora e ilustraciones: "Lili Cuentacuentos"
Dedicado a mi abuela, y a todas las abuelitas que han llenado de amor y ternura a sus nietos.