Las
abuelas son ternura no dejaba de pensar en mi abuelita, en las veces que me
hacía mi comida favorita o el chocolate caliente por las mañanas.
Ahora estaba tan lejos de allí, ya no tenía
el cerro para correr y ver volar los zamuras, todo era tan diferente.
Hasta que viendo la noche me sentía cerca de ellos, estarían viendo el mismo cielo, las mismas estrellas, solía tener miedo en las noches, pero al ver los muchos colores de la sabana que me había hecho mi abuelita me hacía recordar que en alguna parte del mundo alguien me amaba y me extrañaba como yo a ella.
Autora e ilustraciones: "Lili Cuentacuentos"
Dedicado a mi abuela, y a todas las abuelitas que han llenado de amor y ternura a sus nietos.
Dedicado a mi abuela, y a todas las abuelitas que han llenado de amor y ternura a sus nietos.
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