Había una vez una señora, la llamaban la señora de los felinos,
un día camino a su trabajo se encontró con un minino,
le ayudó llevándole algo de comida, y sin saber cómo se convirtió en su amiga,
la señora de los gatos, cada día iba, visitaba a su amigo, poco a poco el club se amplió,
nuevos gatitos llegaron y ella también los alimentó,
no era una mujer solitaria, algunos la catalogaron de loca por su noble labor,
ella no lo hacía esperando nada, así de sencillo era su corazón,
algunos les parece locura que alguien tenga tanta bondad,
yo pienso que más locura, es cuando alguien tiene egoísmo y maldad.
Por: Lili (L.A.L)
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