Las sonrisas se escucharán de nuevo de aquéllos que se fueron. No se romperá un sueño por los traidores, el mundo conocerá la historia de hombres y mujeres que fueron vencedores.
Yo también estoy rota, pero no podemos derramar otra gota. De lágrimas o de sangre, pues el tiempo se agota, y hay cosas que no se perdonan, como la indiferencia y la traición, arriba hay un Dios que escucha el clamor, traerá justicia al que desfallece y gime, yo sé que mi Redentor vive.
Por: Lili. (L.A.L)
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