Que bonito verte dormir,
tus ojos cerrados y sentarme junto a ti,
sin que notes mi presencia tu alma si me contempla,
soñolienta y sedienta, vuelve a reposar,
mis manos tocan tu rostro y aunque te quiero besar,
me aparto, me alejo, debo regresar.
Entonces descanso y despierto,
recordando todos los tesoros que guardas dentro de ti,
y no entiendo cómo hasta ahora te cuesta tanto ser feliz,
y tu voz casi entre dormido dice: "Es que no te tengo a ti".
Por: Lili (L.A.L.)
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