Todos los días ella visitaba aquella plaza, se sentaba en la misma banca, allí había sido siempre feliz, alimentaba a las ardillas del lugar, veía a los niños jugar, observaba cada detalle de lo que sucedía a su alrededor. Con cosas tan sencillas y simples su corazón se llenaba de enorme felicidad. Nadie podía entender como un corazón tan grande se llenara con tan "poco".
Por: Lili (L.A.L.)
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