viernes, 29 de junio de 2018

¿Por qué a mí?.


Su llanto fue tan profundo como cuando un bebé recién nacido llora con todas sus fuerzas,
casi sin aliento miró al cielo y exclamó: ¿por qué a mí?,
un silencio arropó su incógnita y se sentó...
una fresca brisa entró por la ventana acariciando su cara y moviendo su negro cabello.

Ya dormida la respuesta fue: Ahora estoy a cargo, descansa.

Por: Lili (L.A.L)

0 comentarios:

Publicar un comentario