El sueño
El sueño no quería despertar,
deseaba continuar en la cama,
seguir en una montaña
donde él escalaba.
El sueño se hacía gigante,
y se sentía poderoso,
se sentía valiente
y fuerte como un oso.
Al verse tan grande,
emprendiendo todo lo que quería ser,
el sueño se aferró a seguir soñando
y a no dejar de ser.
Una persona trató de despertarle
pero el sueño se rehusó
siguió soñando que volaba
hasta el cielo llegó.
Estaba tan emocionado, como un niño feliz
había llegado a un punto donde su sueño no tenía fin.
Entonces el sueño dejó el mundo para siempre,
y nunca más volvió,
las personas cuando vieron a su dueño
exclamaron: ¡Se murió!.
Todos en el funeral decían: "¡No lo puedo creer!"
No entendían que Sueño debía volar lejos
para ya nunca más volver.
Por: Lili. (L. A. L.)
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