jueves, 10 de mayo de 2018

La fuga de un preso



La fuga de un preso

   Estuvo varios años preso y en esos días de soledad cantaba para olvidar su injusta condena, él era inocente.  Entonces un día un nuevo guardián abrió su celda y le dijo: “¡Huye!”.  Y fue así como el turpial salió de la jaula, viendo a lo lejos el niño de 5 años que lo liberó y le decía adiós con su mano.  La madre del niño pagó “la fianza” del ave, orgullosa de lo que su hijo había hecho, aunque el dueño del turpial, estuviera tan furioso.

Por: Lili (L. A. L.) 
Derechos reservados.

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