miércoles, 15 de agosto de 2018

El caballero y el dragón


   Hace cientos de años, un noble caballero fue a rescatar a una hermosa princesa custodiada por un dragón en un castillo.  Aquel caballero estaba muy nervioso, porque había escuchado que ese dragón quemaba sin piedad a todo aquel que se acercara al castillo.  Sin embargo, el noble caballero se arriesgó a ir en su caballo, y al llegar encontró que el dragón dormía patas arriba, roncando fuertemente, vio esa oportunidad la mejor para poder entrar en silencio y rescatar a la joven que estaba en el último piso de la torre.  Pero cuando estaba pasando al lado del dragón, éste le dijo:

- ¿A dónde piensas que vas?

  El caballero estaba asombrado de escuchar al dragón hablarle, y casi tartamudeando le respondió:

- Es que...quiero...subir...para...para...para ver a la princesa.

- ¡La princesa!, ¡Claro!, puedes pasar.

- Un momento. - Dijo extrañado, por la actitud del dragón, ¿No piensas lanzarme fuego?, ¿No tratarás de comerme?.

- ¿Qué?, ¿Cómo se te puede ocurrir semejante barbaridad?, dijo molesto el dragón.

- Es que yo he escuchado que has matado a muchos con fuego.

- ¿Yoooo?, ¡Para nada! te han informado mal.  La princesa ha usado un soplete para quemarlos. Todos vienen a rescatarla quién sabe de qué, porque ella acá es feliz, tiene casa propia, transporte aéreo pues yo la llevo al bosque cuando quiere buscar frutas u otro alimento, los viernes vienen sus amigas Blanca Nieves, la Bella Durmiente y Cenicienta a jugar ludo y monopolio, y hace poco encontró un buen empleo, pero cuando alguno trata de hacerse pasar de listo para aprovecharse de ella, pues saca un soplete y los corre de aquí.

- ¡Vaya! ¡Qué carácter el de esa chica!. Creo que no tengo nada que hacer acá.  

    Y fue así como el caballero, hizo aquel día a un buen amigo y aprendió que no toda princesa necesita ser rescatada. 

Por: Lili (L.A.L)

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