viernes, 13 de julio de 2018

La abeja orgullosa




La abeja orgullosa le dijo a la mosca:

- ¿Ya viste cómo me quieren todos?, quieren disfrutar de mis mieles...lamento tanto que tú sólo comas de la basura o estés donde hayan animales muertos. Si fueras abeja reina como yo...pero eres sólo una mosca.

   La mosca guardó silencio, sin defenderse del dedo contumaz de la abeja señalándola con burla. 

- ¿Viste cómo me admira la araña?, ¿Escuchaste al grillo ofrecerme serenata?, ¿Te diste cuenta que el gusano me ha confesado su amor?. - Seguía diciendo la abeja con altivez.

   La mosca, no dijo nada, la dejó allí, hablando sola.

   Pasados muchos días, vio la corona de la abeja reina en la telaraña, la mosca tristemente preguntó por la abeja a otros insectos, y la mariposa le respondió:

- Ella se creía muy astuta, hacia alarde de lo que "sabía", de su astucia, del amor de los demás hacia ella, se creía con el derecho de juzgarnos por ser reina, la araña la devoró, sus gritos se escucharon en todo lugar, pero el grillo no quiso ayudarla, ella jugó con sus sentimientos, el gusano la dejó morir porque le había advertido lo peligrosa de la araña y ella insistía en ir a visitarla para que la araña la llenara de elogios, y yo me reí de su final porque antes de yo ser una mariposa, ella me llamó arrastrada, quien ríe de último ríe mejor.  La mosca sintió tristeza por la pobre abeja, porque en el fondo la abeja sólo necesitaba atención.

Por: Lili (L.A.L) 

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