Brindo por ti, que me enseñaste el dolor de la traición,
porque en éste comprendí a valorar lo genuino.
Brindo por ti, porque llegaste en el peor momento,
y convirtiéndote tú en mi tormento, fui yo la que se alejó.
Brindo por ti, por tu estupidez tan evidente,
pues me ayudó a apartarte de mi mente.
Brindo por tus palabras tejidas con mentiras,
por tu indiferencia y maldad sin medida...
y es que a tu lado mucho aprendí,
me hice más fuerte y ya sé cuando suelen fingir.
Brindo con el té de canela, limón y miel. ¡Salud!.
Por: Lili (L.A.L)
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