Hay mucho que plantar dentro de mí,
semillas de felicidad de volver a vivir,
hay mucho que plantar y regar con amor,
día a día con esfuerzo y colocando lo mejor,
pues cada día se debe plantar con ternura y dedicación,
riegas con trabajo y constancia, que el crecimiento lo da Dios.
Hay mucho que plantar y de los frutos poder brindar,
a aquellos que anden sin fuerza, y ya no puedan casi brillar,
sé que cada retoño, y cada flor que ya hay en mi ser,
mostrará lo mejor de mi alma, en cada nuevo amanecer.
Por: Lili (L.A.L)
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