viernes, 7 de diciembre de 2018

La hiena y la serpiente.


   La serpiente observó como el León humilló a la hiena,
festejó a costillas de ella,
y al León se dirigió:
- ¡Tú eres más fuerte!, ¡Eres un señor!
No pierdas tiempo con hienas, tú serás siempre el mejor,
¡Te admiro tanto!, ¡Eres tan guapo!, del lugar eres el rey,
todo el mundo por ti siente envidia, y todos como tú quieren ser.

   El León sintiendo apoyo se sintió orgulloso de a la hiena humillar, le robó lo que ella había hecho y nada le importó que todos de ella hablaran mal.

  La serpiente se reía y a ella le gritó:
- ¡Oye hiena tonta! ¿qué se siente ser derrotada por el vencedor?
¿No harás nada hienita?, ¿No harás NADA?.
 Responde así sea con tu sonrisa tonta, ésa que te gusta lucir,
hiena boba ¿qué no tienes nada qué decir?.

  La hiena guardó silencio, y a su manada callada regresó,
palabras amargas quiso responderle, pero sin decir algo a la serpiente, ésta se retiró.

   Pasado un tiempo el León se peleó con la serpiente, 
nadie sabe los por qués, ni la razón, 
ahora andaba sola, ya no se creía la mejor,
pues vivía de adular a otros, 
y valiéndose de toda ocasión.

   El aguila viéndola sola, decidió cazarla y haciendo su vuelo la alcanzó. La serpiente viendo sólo a la hiena le gritó:

¡Ayúdame hiena!, ¿No  harás nada a mi favor?.

  La hiena mostrando su sonrisa le respondió:

   Estimada amiga, tenga buen vuelo, aquella vez yo callé,
no, no haré NADA a su favor, recuerde que el que ríe de último, siempre ríe mejor.

Por:  Lili.



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